Enero siempre es mes de nuevos comienzos, pero también de vueltas al trabajo👩🏼💻, épocas de exámenes👨🏻🏫 y de una cuesta que se nos hace casi imposible🤒. Por eso, todos nosotros tenemos que contar con ciertos trucos que hagan que nuestra mente🧠 desconecte y el estrés no nos coma por los pies👣.
Y hablando de comer, qué mejor que buscar el desestrés mediante la acción más satisfactoria del mundo (aunque creo que para todos dormir😴 es el gran privilegio de este mes).
En el paseo de última hora de la tarde buscando el aire fresco del ambiente🍃, la tentación no se puede evitar, además de que no está el panorama como para evitarlas, y visitar a mi amigo Frans es toda una terapia.
Y diréis, ¿quién es Frans?🤔
Frans Hooiard es la medicina💊 de Enero, el placer😌 de Febrero y el capricho💎 de Agosto, porque estoy hablando de, nada más ni nada menos, que de uno de los maestros de la fritura de la preciosa Gante.
Ya os veo intuyendo cuál fue mi elección, ninguna sorpresa si conocéis mi tradición, pero he de admitir que por primera vez me vi aún más seducida por otros elementos crujientes como las brochetitas, los triángulos de queso fundido🧀 o los rollitos de primavera🌸.
¡Un buen crunchy para liberar la mente!
A pesar de tales delicias, el espíritu patatero de este país pudo con mi voluntad, y opté por un buen cono de patatas🍟 recién hechas al más puro estilo belga con una cremosa salsa mayonesa, a orillas de Graslei junto a las luces navideñas que aún iluminan🌉 los canales de la ciudad.
Volví a casa tan revitalizada🔋 por el aperitivo, que trabajar y estudiar parecían todo un privilegio tal y como está el mundo.
Ya sabéis queridos lectores, nuestro amigo Frans siempre te estará esperando con los brazos abiertos cuando busques el calor y el consuelo del tubérculo🥔, o cuando quieras pegarte el homenaje crunchy por haber superado este mes tan spicy.
¡Feliz y productivo martes!💪🏼
Abrazos energéticos,
Rosa Bleda💛