En mi primer informe temático como corresponsal, quiero contaros un pequeño resumen de la historia y cultura de Lovaina, esta pequeña gran ciudad que, con tanto cariño, me está acogiendo en este inolvidable año de mi Erasmus.
Defino Lovaina como una pequeña gran ciudad porque, efectivamente, con una superficie de 56 km2 y 102.000 habitantes, se puede considerar como una ciudad pequeña; sin embargo, por su historia, su cultura y sobre todo por su capacidad de acogimiento e integración de diferentes culturas que se congregan en torno a su Universidad, la calificaría sin duda alguna como Grande.
Pero, para poder integrarnos más en ella , hagamos un breve repaso a su historia…
La bella ciudad de Lovaina, en Neerlandés Leuven, está ubicada en la confluencia de los ríos Dijle y Voer y es la capital de la provincia del Brabante flamenco, en la región de Flandes.
No se sabe exactamente la fecha de su fundación, aunque sí sabemos que los primeros escritos ya hablaban de Lovaina sobre el año 884, cuando los vikingos saquearon la ciudad y se asentaron alrededor de una antigua fortificación en el río Dijle, llamada en latín Luvanium.
En el año 1190, los condes que la gobernaban ostentaban también el título de Duques de la Baja Lorena, lo que les confería derecho de gobernanza sobre la parte central de lo que hoy es Bélgica. Este hecho convirtió la ciudad en un importante centro comercial basado especialmente en la fabricación y venta de telas, llegando incluso a ejercer funciones de capital.
Una muestra de esta pujanza comercial como centro de fabricación textil se refleja en que el lienzo ordinario se conocía en textos de finales del siglo XIV y siglo XV como Lewyn.
Desgraciadamente, en el siglo XIV , cuando los duques deciden trasladar su residencia a Bruselas, el comercio fue perdiendo importancia y la ciudad de Lovaina su influencia.
Sin embargo, en 1425, un hecho cambió la vida de los residentes en la urbe: la fundación de la Universidad. La KU Leuven se convirtió así en la Universidad más antigua de Bélgica. Su historia va ligada indudablemente a la cultura y desarrollo europeo, ya que personalidades como Erasmo de Roterdam, Corneille Jansens, Andrés Vesalio o Gerardo Mercator, estudiaron o trabajaron en ella. Por tanto, tiene lógica que unos de los símbolos de la ciudad de Lovaina sea el edificio de la Universidad que, por cierto, en tiempos remotos fue una fábrica textil.
La ciudad perteneció a los Países Bajos Españoles, resistió un sitio franco-neerlandés en 1635, y en 1706 fue ocupada por las tropas de la Alizanda de La Haya, pasando a formar parte de los Países Bajos Austríacos en 1714.
Bajo el período de dominación austrícaca, el emperador José II trasladó la Universidad de Lovaina a Bruselas que no volvió a la ciudad hasta 1830, cuando Bélgica recupera su independencia.
El siglo XX fue devastador para la ciudad por la destrucción que generaron las dos guerras mundiales, aunque, con gran esfuerzo, la ciudad fue reconstruida hasta convertirse en la hermosa urbe que conocemos hoy en día.
En la década de 1960 surge un movimiento intelectual que reclama el flamenco como idioma oficial en la ciudad, hasta entonces bilingüe (francés y neerlandés).
En 1968 se generan fuertes protesas de estudiantes pro-flamenca y pro-francófonos. El problema se solucionó dividiendo la Universidad en dos: la parte flamenca de habla neerlandesa permaneció en la histórica y vieja Lovaina; y para los estudiantes de habla francesa se crea un nuevo campus universitario, naciendo así una nueva ciudad llamada Louvain-La-Neuve, al sur de Bruselas.
Desde los años 90 del siglo pasado, Lovaina ha recuperado su papel de capital de Brabante, aunque el antiguo ducado también ha sido dividido en dos: El Bramante flamenco con Lovaina como capital, y el Bramante valón, con capital en Wavre.
La ciudad es conocida también como la capital de la cerveza porque durante muchos años fue una de las más grandes productoras de cerveza de Flandes. Cuentan que llegó a albergar ¡más de 780 establecimientos cerveceros!
Además Lovaina es la sede de Ab Inbev, la fabrica de cervezas más grande del mundo y la que más ventas tiene, famosa por las cervezas Stella Artois.
Puede decirse que la vida diaria de la ciudad se articula en torno a la Universidad.
Junto con sus 22.000 estudiantes de más de 100 nacionalidades diferentes; la biblioteca central, con su impresionante colección de más de un millón de libros; el Stuk (centro de arte y cultura) que organiza todo tipo de exposiciones, conciertos y obras de teatro; y por último el Luca School of Arts, única facultad universitaria de Flandes dedicada exclusivamente al arte y diseño, se completa una ciudad con una amplísima oferta que le confiere un carácter eminentemente cultural, cosmopolita y vanguardista que la hace tan diferente y especial.