Cervezas, waffles, chocolate… Bélgica es bien conocida por su golosa gastronomía entre las que por supuesto también se encuentran las protagonistas del artículo de hoy: las patatas fritas.
Disputas a parte sobre el origen de las mismas -ya que en inglés son llamadas french fries-, tanto si vas a pasar un par de días en el país o incluso una buena temporada no podéis iros sin visitar una de las famosas ‘Frituur‘ de Bélgica.
Las primeras patatas fritas que probé en Bélgica
Cuenta la leyenda que estas patatas nacieron alrededor del siglo XVII como consecuencia de una gran helada que impidió pescar durante una temporada en el río Mosa. Para poder alimentarse, se dice que estos pescadores cortaron patatas en forma de pequeños peces de ahí que se mantenga que su nacionalidad de origen es belga.
Además en 2014 Flandes destacaba estas delicias como patrimonio cultural inmaterial de la región convirtiéndose en símbolo de la tradición gastronómica. Fue tal la emoción de este reconocimiento que poco después se solicitó a la UNESCO la declaración de las mismas como ‘Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad’.
Aunque a día de hoy aún no se ha logrado tal reconocimiento no cabe olvidar que la cerveza o la pesca de gambas de la costa belga se encuentran ya en la prestigiosa lista de patrimonio de la humanidad… ¿Serán las patatas fritas belgas las siguientes en unirse?
Si las habéis probado ya, ¿que pensáis? ¿Merecen estas delicias tal distinguido reconocimiento?
Nos leemos pronto. Tot ziens!
Merci