La ciudad que más veces he visitado en Flandes es Gante, sin duda. En una de estas visitas, decidí salirme un poco del recorrido turístico y buscar aquellas tiendas con un toque diferente y en las que probar comida regional. Y así fue como di con la Confiserie Temmerman, en la esquina de Lammerstraat con Genste Vooruit.
Aunque por el nombre pueda parecer un lugar de origen francés, no es así. Sus orígenes se remontan a 1904, cuando una pareja decidió comenzar a vender su delicioso pan de jengibre (también conocido como pastel de miel) en el corazón de Gante. Así que, ¿qué creéis que compré?. Efectivamente, este dulce. Y he de decir que estaba riquísimo.
El pan de jengibre es un dulce muy típico de Bélgica. El más famoso es el Vondelmolen, elaborado desde 1867 y siguiendo la tradición belga: harina de centeno, miel, jengibre y canela componen la receta original. Os recomiendo encarecidamente probarlo, lo encontráis en cualquier supermercado aquí.
Aunque la confitería Temmerman comenzó con este producto, pronto empezó a elaborar muchos otros, entre ellos, los famosos cuberdons. También ofrecen una gran variedad de mermeladas, galletas, té, pralinés y algunos packs de regalo, que son el suvenir perfecto.
Pero si por algo destaca este lugar es por su fachada barroca. Encontramos seis esculturas inspiradas en el Evangelio de Mateo. Temmerman afirma haber creado la última Obra de Misericordia: hacer la vida más dulce. Ya sabéis, si queréis probar especialidades locales y hechas de la manera más tradicional posible, haced una parada de picoteo en esta tienda.