Hemos ido al bosque
Nos enteramos de que iba a haber “algo” en el Forêt de Soignes o Zoniënwoud y allí nos plantamos sin pensarlo dos veces. Cogimos el tram 44 desde la estación de metro de Montgomery y nos bajamos, literalmente, en medio de la naturaleza.
Una vez allí, seguimos a la gente y nos adentramos por los senderos hacia el interior del bosque. Lo que nos encontramos fue un campamento, alejado de la civilización, en el que se sucedían obras de teatro más o menos improvisadas, juegos, conciertos y debates. Todo el mundo podía participar y aportar sus ideas. Conforme avanzaba la tarde, más gente llegaba con todo lo necesario para pasar ahí la noche. Comida, tiendas de campaña y algo de ropa de abrigo era suficiente para disfrutar de una velada en medio del bosque. Nosotros decidimos volver a la ciudad ya que no íbamos muy bien preparados, aun así pasamos una tarde inolvidable, creyendo haber viajado cientos de kilómetros para encontrar este asombroso lugar, la realidad es que está a 20 minutos de Bruselas convirtiéndose en uno de los grandes pulmones de la ciudad. Esto fue lo que vimos.