Entre las estaciones de metro de Shuman y Merode, se encuentra el parque del Cincuentenario en el que además de tener amplias zonas verdes y caminos por donde pasear, hay varios museos como el del Automóvil y el museo del Ejército. Desde lejos ya se observa el Arco del Cincuentenario, que sin duda, por la noche es impresionante gracias a la espectacular iluminación del Palacio del Cincuentenario.
Si nos situamos de frente al arco, viniendo desde Merode, a la derecha está situado el Museo del Ejército. Un espacioso museo, en el que está presente la historia de Bélgica. En una de sus enormes salas, se pueden ver distintos aviones suspendidos del techo, y carros de combate que atraen a todo tipo de público al museo. Impresiona. Cuando lo visité, en la recepción me dijeron que hay una terraza, que suele estar abierta cuando hace buen tiempo, y tiene unas vistas espectaculares de la ciudad. Aunque ahora estaba cerrada por mantenimiento, espero que pronto la vuelvan a abrir. Enfrente a este museo, se encuentra el del Automovil, con un gran colección de coches de época y otros más modernos, eso sí, todos ellos con una historia detrás muy interesante.
Pasando por debajo del arco, y mirando hacia el frente, se ve la interminable Rue de la Loi o Wetstraat, que lleva hasta el centro histórico de la ciudad. Una calle recta, flanqueada por edificios de oficinas y bancos, con algunas esculturas de gran tamaño a ambos lados de la calle. Caminando hacia Shuman, se puede ver el edificio de la Comision Europea, muy cercano al parque. Es por esto que en el Cincuentenario se puede encontrar desde gente haciendo deporte, paseando al perro, jóvenes haciendo picnic al sol o gente trajeada de oficinas de alrededor comiendo su almuerzo en el descanso. Es un parque que tiene mucha actividad a todas horas, y por eso, merece la pena visitar los museos o darse un paseo por allí especialmente si el día es soleado.