Cuando lo gente visita Bélgica, suele ir siempre a la costa, o a visitar Amberes, Brujas, Gante o Bruselas. La belleza de estos sitios es innegable, pero Flandes está integrada por muchos más lugares increíbles, donde el turismo hoy aún no llega. Este es precisamente el caso de Cortrique (Kortrijk en neerlandés), una ciudad flamenca que está justo al lado de la frontera francesa, muy digna de visitar.
Cortrique, con aproximadamente 77.000 habitantes, es la segunda ciudad más grande de la provincia del Flandes Occidental, y es sin duda un lugar ideal para pasar un fin de semana tranquilo o incluso visitarla en una excursión de un día.
Qué hacer y ver en Cortrique
Cortrique tiene un maravilloso centro histórico con diversas iglesias, plazas de mercado y una gran zona comercial. Pero para mí, sin duda, lo más bonito es el río que lo atraviesa (el Leie) con una isla que está justo en medio de él (la Isla Buda). El río pasa por las famosas torres Broel (comúnmente llamadas “Broeltorens”). Allí puedes visitar el Texture, lo que viene a ser un importante Museo Nacional de Lino, el Museo multimedia Kortrijk 1302, y si eres un amante de la arquitectura moderna, podrás disfrutar paseando por sus edificios.
Además, Cortrique está en la lista de ciudades creativas de la UNESCO, así que ya tienes una razón más para hacer una parada y visitarla.
De compras por Cortrique
En su día, Cortrique, fue la primera ciudad con un distrito comercial donde se prohibía la entrada a los coches. Gracias a sus calles peatonales pronto se ganó el nombre de la ciudad de las compras, nombre que hoy aún conserva, ya que actualmente es considerada el centro comercial de Bélgica. ¡Un lugar perfecto para un fin de semana de compras!