No creo que pueda deciros mucho de Brujas, pues si estáis en Flandes, seguro que ya la habéis visitado incluso más de una vez.
Porque lo que tiene Brujas es que, realmente, cuando la visitas, te “embruja” y quieres volver para seguir disfrutando de su belleza espectacular y de su pasado que tan bien quedó reflejado en sus calles.
Y es que vayas por donde vayas, sencillamente, te enamora.
Este post no es para describir Brujas, sino que será un post de sentimientos y de música.
De sentimientos, porque paseando por sus calles empedradas llenas de gentes, con sus casas tan características de amplios ventanales, sus tiendas de encajes, sus chocolaterías y sus canales que te permiten conocer rincones únicos desde sus tranquilas aguas, he tenido la sensación de vivir ese pasado espléndido, me he sentido comerciante, barquero, tratante de lanas, fabricante textil, chocolatero…
Al adentrarme en la Plaza Bourg, mi fascinación fue total. La belleza del Ayuntamiento y de la Basílica de la Santa Sangre, cerrada por esos edificios de tejados escalonados, conforman desde luego un marco espectacular.
La Iglesia de la Santa Sangre me llamó la atención ya no por su magnífico estilo neogótico, sino por su magnífico órgano.
Según he podido investigar, hay documentación que puede atestiguar que esta iglesia contó con órganos desde el siglo XVI. En el año 1751, Isabelle Claesman, hija del barón de Male, donó un nuevo órgano fabricado por el famoso organero de Brujas, Andries Jacob Berger (1712-1774). Por desgracia, este valiosísimo instrumento fue destruido durante la revolución francesa.
Fue por el año 1836 que el constructor de órganos Hooghuys, fabrica un nuevo órgano que se coloca en la fachada oeste. Sin embargo, para la colocación de una nueva vidriera, la mampara con el órgano fue demolida y revendida.
El actual órgano romántico es relativamente reciente, de 1912, diseñado por el constructor de órganos Jules Anneessens de Menen.
Desde entonces, el órgano se ha tocado semanalmente durante los servicios religiosos.
En la actualidad , según consta en la propia iglesia, el órgano está en proceso de restauración, actividad muy cara para lo que solicitan ayudas económicas a quién quiera prestarla.
Y es que Brujas, es también música. Y sobre todo, música clásica.
Durante la Edad Media, Brujas era un centro artístico de primera que atraía a gentes de toda Europa. Una de las actividades principales de la clase alta brujense era acudir al teatro a escuchar conciertos de música polifónica de cámara y de coro.
En la actualidad, todos los años en el mes de Agosto, se celebra el MAfestival , festival de música antigua de Brujas. Y no se trata solo de un festival de música antigua, es un evento que realiza otras muchas actividades como conferencias, talleres, exposiciones e incluso una competición internacional.
Muchos de los conciertos, unos treinta en cada edición, tienen lugar en el Concertgebow, un edificio inaugurado en el año 2002 y que está construido sobre 4.696 muelles, usados para absorber los ruidos del tráfico y mejorar su acústica.
Por si queréis más información sobre este festival, os informo que este año tendrá lugar del 5 al 14 de agosto.
Aunque, no solo se puede escuchar música clásica en el Concertgebouw. Las salas de museos, capillas y algunas de las iglesias de la ciudad son otros de los escenarios. También hay conciertos de carrillón
todos los miércoles, sábados y domingos sobre las 11 de la mañana desde el Belfort, el campanario de Brujas. Además, conciertos gratuitos de jóvenes promesas tienen lugar en diferentes lugares históricos y emblemáticos de la ciudad.
Por eso, si eres amante del arte y la arquitectura clásica y, si como yo, amas la música, estoy seguro que Brujas te “embrujará” y querrás volver siempre que puedas.
PD.- Jugamos con el nombre de Brujas en español, aunque como supongo que sabéis, la ciudad de Brujas fue fundada por los vikingos en el siglo IX, llamándola Brygga, que significa “atraque” o “embarcadero”. De ahí fue derivando hasta el sonido actual de Brugge. Nada que ver por tanto con el término “bruja” del español. Curioso. Hasta su nombre nos parece “mágico”.