De visita en MALINAS
La figura de la mujer se alza con fuerza en esta ciudad donde un aura mágica envuelve cada rincón, cada casa y cada laberíntico callejón.
Así es, bienvenidos a la época de Margarita de Austria y Margarita de York. Dos increíbles mujeres cuyos nombres y vidas dejaron una fuerte huella en la de esta ciudad, Malinas, y en el país belga en general. Nos encontramos en el momento en que Malinas es la capital de los Países Bajos, lo que ha dejado una herencia arquitectónica de palacios, iglesias y opulentas fachadas que hoy todavía se puede apreciar.
Margarita de Austria, nieta de Carlos I de Borgoña fue la primera mujer gobernanta de los Países Bajos. En este momento, como os decía, Malinas se había convertido en el centro administrativo y político. Lo que una vez fue el palacio de Margarita de Austria en Keizerstraat da lugar ahora al edificio del tribunal de justicia.
Además, bajo su mandato, se llevaron a cabo en el ámbito cultural una gran cantidad de actividades. Diversos artistas tuvieron la oportunidad de introducir gracias a ello el arte propio del renacimiento y el humanismo en los Países Bajos.
La importancia de la ciudad como centro político decayó cuando Margarita de Austria fue sucedida por Maria de Hungría quien trasladó la corte a Bruselas.
Desde luego pasear rodeando las aguas de esta ciudad flamenca es una muy relajante y única experiencia. A lo largo de este camino tendréis la oportunidad de contemplar el que es el puente de piedra más antiguo de Malinas, y muy probablemente de todo Flandes, que data del siglo XIII. En su día fue parte de las fortificaciones de la ciudad y también un puente para el pago de peajes.
Y así, como ya es costumbre en cualquier ciudad belga, uno es capaz de descubrir los datos más curiosos de su historia si se para de verdad a buscarlos. Como por ejemplo la casa llamada Hemelrick. Se trata del ejemplar más antiguo de casa en Malinas que evoca en su fachada la transición del gótico tardío hacia el Renacimiento, este último periodo con su característica decoración. Además de formar parte de un conjunto de cuatro casas llamadas los Cuatro Evangelistas, se sabe que efectivamente fue construida en el siglo XVI para la familia de artistas Snellinck.
Así que, si como yo, queréis descubrir el resto de incógnitas que la ciudad guarda, solo tenéis que subiros al primer tren con destino “Mechelen” (Malinas).
¡Nos leemos!