Alrededor de la catedral de Malinas, parece que se concentran todos los lugares más frecuentados por los estudiantes. Ya sean restaurantes, bares con música en directo o el mercadillo del fin de semana animan el centro de esta pequeña pero encantadora ciudad de Flandes.
Si lo que buscas es un sitio para comer algo contundente y rápido, acércate al Hot Potato (De Hete Patat) justo al lado de la Grote Markt. A mi me lo recomendó un amigo que ya lo conocía, pero también puedes encontrar mas info sobre este sitio en el mapa de Use-it de Malinas. Si continúas recto por la calle que te lleva al Hot Potato, te encontrarás con una diminuta placita rodeada de bares y terrazas en la que casi no se puede ni pasar. Allí, en una esquina está el bar más pequeño de la ciudad, y quizá también el mejor escondido, el Borrel Babbel. No te puedes ir sin probar la Carolus o la ginebra típica.
En el lado opuesto a la catedral, tienes una antigua capilla reconvertida en un lugar para los amantes del jazz, el Jazzzolder. Con precio reducido para estudiantes, no solo conciertos sino también jam sessions y mucho de improvisación podrás encontrar en este sitio refugio de los jóvenes músicos Malienses.