Gracias, Gante, por habernos abierto tus puertas para que nos sumergiéramos en tu historia, tu cultura y tus tradiciones.
Gracias por habernos cruzado con gente tan maravillosa. Gracias porque se convierten en familia para el resto de nuestras vidas.
Gracias, Gante, porque nos has enseñado a no tirar la toalla, a saber compaginar deber con ocio y nos has hecho crecer como personas.
Gracias por habernos mostrado que hay tantas formas de vivir y de pensar como personas hay en el mundo, y que es tremendamente enriquecedor conocerlas todas, respetarlas y compartirlas.
Gracias, Gante, porque nos has hecho valorar aquello que de verdad importa, pues no siempre habíamos sido capaces de apreciarlo.
Gracias por recibirnos, acogernos, mimarnos, prepararnos, instruirnos, ampararnos y dejarnos disfrutarte de principio a fin.
Gracias, Gante, por creer en nosotros y por ser el escenario en el que hemos logrado nuestros objetivos y cumplido nuestros sueños.
Gracias, Gante, porque nos has abierto los ojos a otra realidad, ofreciéndonos la oportunidad de ver que en la diversidad reside la riqueza.
Gracias por habernos enseñado a valorar los días de sol. Aunque no hayan abundado, hemos sabido exprimirlos al máximo.
Gracias, Gante, también por la lluvia, los días de tormenta y la ropa empapada al llegar a casa. Nos han hecho apreciar mucho más los anteriores.
Gracias por habernos obligado con tanto cariño a dar lo mejor de nosotros mismos en todos los aspectos de nuestras vidas: personal, social y académicamente.
Gracias, en definitiva, por habernos dado esta oportunidad de conocerte.
GRACIAS A TI, GANTE, nos volvemos a casa siendo mejores personas.
Esto es Gante en 1 minuto… ¿Te imaginas en 1 año?
Nos leemos, siempre.
1 comentarios
Gracias a ti Victoria, imposible tener mejor familia Erasmus. Nos leemos 🙂