Se dice que el fénix muere entre llamas y vuelve a renacer de las cenizas de su predecesor. En Lovaina, encontramos unedificio que podríamos comparar con este animal mitológico: La Iglesia de San Pedro (Sint-Pieterskerk).
Desde su origen, este templo ha sufrido numerosos percances que han provocado una y otra vez su reconstrucción. Si nos remontamos al año 986, aún no se había construido como tal la Iglesia de San Pedro, pero sí que ya existía en este lugar otra iglesia que sufrió un grave incendio en 1176, quedando toda su estructura de madera reducida a cenizas.
Dada la importancia que tenía ya este lugar, decidió construirse sobre lo que fue el emplazamiento de la anterior iglesia, una nueva de estilo románico, de la cual a día de hoy tan solo queda la cripta.
No sería hasta inicios del siglo XV cuando el actual edificio gótico comenzó a construirse, casi contemporáneo a la construcción del ayuntamiento de Lovaina. Parte de los restos que quedaban entonces de la iglesia románica (las torres del extremo occidental) desaparecerían tras un importante incendio ocurrido en 1458.
Vista actual de la Iglesia de San Pedro
En casi 5 siglos el destino dejaría tranquila a esta edificación religiosa, pero con la llegada de las dos grandes guerras mundiales la historia se volvería a repetir. Durante la I Guerra Mundial, Bélgica y sobre todo Flandes se convertirían en situación estratégica para numerosas batallas. Así en 1914, parte del tejado sería derrumbado debido a un gran fuego. Sin embargo, sufriría los mayores daños en 1944 durante la IIGM, en la cual una bomba destruiría gran parte del lado septentrional. De hecho, fue durante las labores de restauración de esta época cuando se descubrió la cripta romana mencionada anteriormente.
Y como veis, aún tras estos numerosos percances, a día de hoy podemos seguir disfrutando de esta maravillosa obra del gótico brabantino característico de la región gracias a las continuas labores de reconstrucción y conservación tan importantes para mantener el legado patrimonial que nos rodea.
Bóvedas interiores de la iglesia
Esperemos que la historia deje sin muchos más sobresaltos a este edificio tan castigado. Aunque si el destino no lo quiere así, ya sabemos por su trayectoria que volverá a renacer con más fuerzas.
¡Hasta la próxima! Tot ziens!
Merci