Cada ciudad tiene sus lugares especiales y con encanto por los que a todos nos gusta perdernos de vez en cuando. Cuando llegas de Erasmus te sientes un poco desorientado al principio con tanta información nueva y tantos lugares increíbles que visitar. Sin embargo cuando te instalas de nuevo en una rutina empiezas a reconocer qué lugares son los que se vuelven un poco más especiales que otros. En mi caso mi lugar favorito de Hasselt se convirtió sin duda el recinto del antiguo begijnhof o beaterio.
Vista del acceso al recinto desde el interior de los jardines
Como ya hemos hablado en otros posts, un begijnhof se trata de un recinto principalmente de viviendas y que suele también incluir normalmente una iglesia. En este lugar vivían antiguamente las beguinas o asociaciones de mujeres cristianas que decidían vivir juntas en comunidad para dedicar su vida a los más necesitados y a Dios pero al margen de la Iglesia católica.
El begijnhof o beaterio de Hasselt se trata de uno de los sitios más tranquilos de toda la ciudad, así como del único espacio verde dentro del antiguo anillo medieval que conforma el centro histórico. Este complejo construido durante el siglo XVIII se convierte en un oasis dentro de la ciudad protegido por sus muros de ladrillo que te aíslan del contexto de la capital de Limburgo.
Uno de los elementos más curiosos que podemos encontrar en este beaterio son las ruinas de la antigua iglesia que se ubicaba en el centro de los jardines. Durante la noche del 11 al 12 de mayo de 1944 un bombardeo estadounidense convirtió en cenizas gran parte del edificio dejando hoy en día tanto solo lo que fueron los trazos de la antigua planta así como un muro que ha sido invadido por la naturaleza.
Aunque actualmente la mayor parte de viviendas se encuentran sin uso alguno, raro es no poder adentrarte en sus característicos patios de acceso llenos de preciosas flores y abundante vegetación. De hecho una de las noticias más recientes sobre la rehabilitación de este espacio tan característico es el traslado de parte de la UHasselt a estas viviendas, convirtiéndose en el aulario de parte de la facultad de arquitectura, ampliando el campus con sede en la ciudad.
Las flores adornan los pequeños patios de acceso a las viviendas
Si además decidís daros un paseo por sus encantadores jardines, también os llamará la atención el contraste que existe con el museo de arte contemporáneo Z33 que se encuentra en el mismo recinto. Con una expansión del mismo realizada hace un par de años por la arquitecta italiana Francesca Torzo, las características fachadas de ladrillo de la galería se abren al interior del beaterio con sus grandes ventanales lo que crea dentro del propio edificio una atmósfera única al tener vistas directas del beaterio desde sus salas de exposiciones.
Desde el museo Z33 se pueden contemplar unas vistas únicas del interior del beguinaje
En resumen, durante vuestra estancia en Bélgica descubriréis muchos sitios impresionantes, pero a veces os acabaréis dejando encantar por los más silenciosos y desapercibidos de la ciudad. Espero que al igual que yo, encontréis vuestro lugar especial.
Nos leemos pronto. Tot ziens!
Merci