La cerveza es, sin duda, la estrella de Bélgica. Si váis a los supermercados, veréis la gran variedad de cervezas que tienen, ¡hay algunas que incluso tienen más de 10 grados! Hoy os vengo a contar la historia de De Koninck, la cervecería de Amberes. Tripel D’Anvers, Bolleke y Wild Jo son algunas de sus cervezas más reconocidas.
La historia se remonta en 1927, cuando Joseph Henricus De Koninck, compró el terreno De Plaisante Hof, pero desgraciadamente falleció, por lo tanto no le dio ninguna utilidad. Su mujer, Elisabeth Cop, más tarde se casó con Johannes Vervliet, y en 1833, fundó la cervecería De Koninck, originalmente llamada Brouwerij De Hand (fábrica de cerveza La Mano). El antiguo nombre hacía referencia a la escultura de una mano que había cerca. La mano es el símbolo de la ciudad de Amberes, por lo tanto, era una forma de enseñar sus orígenes. Este símbolo también fue incorporado en su logotipo, que actualmente sigue presente.
Vervliet consiguió que su marca de cerveza fuera reconocida y tuviera renombre en Bélgica. Tras su muerte en 1845, Carolus De Konick fue el encargado de capitanear la cervecería. También cambió el nombre Da Hand a De Koninck. El negocio fue pasando de generación a generación, y De Koninck llegó a convertirse en la bebida más popular en la ciudad de Amberes.
En 1912, De Koninck pasó de ser un negocio familiar a convertirse en una sociedad, es decir, el negocio se abrió para captar a accionistas. Y en 2010, la fábrica de cerveza fue vendida a Duvel Moortgat, otra cervecería originaria de Amberes y fundada en 1871. Aunque actualmente De Koninck forme parte de Duvel, ésta sigue operando con total autonomía.
Os dejo también el vídeo que hice sobre el museo de De Koninck, si os gusta la cerveza, ¡pasaréis una experiencia increíble!