Pasearse por las calles de Gante es todo un privilegio. Puedes disfrutar de toda su arquitectura desde que te bajas del tren hasta que llegas al centro. Por otro lado, encontrarás de especial interés los fantásticos canales. A día de hoy se siguen usando, a diferencia de los de Brujas que son turísticos. Pues bien, todo buen caminante de Gante se ha tenido que cruzar alguna vez con su bollería artesanal, y es que los tienen de todos los tamaños y sabores.
Era sábado cuando fui a Gante y tuve la suerte de poder ver el mercadillo que se sitúa en una de las plazas del centro, concretamente Brijdagmarkt, al lado de la plaza de Sint-Jacobs, pues bien, solo echad un vistazo a todo lo que tenían y decidme que no se os hace la boca agua.
También hay locales que optan por sacar en su terraza una zona de gofres y bollos como donuts, cruasanes, manzanas caramelizadas… Vamos, cualquier capricho que te quieras meter al cuerpo lo tendrás disponible por las calles de Gante.
La gran diferencia de la bollería belga con la española sin duda alguna es el chocolate. Los bollos que tenemos en España son espectaculares, blandos, jugosos y esponjosos. Pues bien, una bollería belga contará con el valor añadido de sus chocolates, todos artesanales y muy bien elaborados.
¡¡Allí nos vemos!!