Tras tres meses casi escribiendo posts y de tanto visitar las ciudades flamencas, a cada una la asocio con un tema en concreto: Brujas son canales, Malinas es historia y Amberes es arte, con todo el sentido de la palabra.
La ciudad está repleta de ofertas artísticas y he intentado disfrutar de todas ellas. Hoy os voy a contar mi experiencia visitando Snijders&Rokoxhuis. No os voy a engañar, no esperaba gran cosa de esta visita y superó mis expectativas con creces. Salí encantada del museo y se lo recomendaría a cualquier persona que quiera profundizar y aprender más sobre las obras, ya no solo verlas.
Al comprar o canjear tu entrada (su precio para estudiantes es de 6€) te dan una tablet para el recorrido de la visita. En ella puedes escanear los cuadros, realmente es casi automático, una pasada y ya. Cuando se identifica el cuadro te aparece una ficha de información del mismo.
No todos los cuadros están igual de explicados en detalle, pero sí que es verdad que la mayoría tienen mucha más información que en otros museos. Además, tienes la opción de ir aumentando zonas del lienzo y también hay curiosidades de algunos personajes.
No es una visita inabarcable, de hecho, el museo no tiene la envergadura que puede tener un museo principal de la ciudad. Es como indica su nombre, una casa, y esto hace que las estancias sean más bonitas y recogidas.
En las diferentes salas podrás encontrar obras de grandes pintores como Pieter Brueghel o Rubens. Además de otros muchos autores menos conocidos.
Lo que más me gustó del museo fue el ambiente que había, era muy familiar y había poca gente, nada masificado. Reinaba el silencio en la mayoría de las salas e invitaba a quedarse mucho tiempo en ellas disfrutando de las pinturas.
Si estáis planeando vuestra visita a Amberes, no dudéis de añadir esta parada a vuestro recorrido.
Nos leemos pronto.