¡Hola blogueros!
El otro día iba paseando nuevamente por la ciudad de Brujas (que debo decir que es sin duda de mis favoritas de Flandes) y me quedaba deslumbrada con cada paso que daba. Y es que, si ya es un lujo recorrer sus calles durante todo el año, imaginaos con toda la decoración de Navidad…definitivamente, como en un cuento de hadas. Fue precisamente esa sensación, la de estar como en un “cuento de hadas”, la que me hizo reflexionar sobre de dónde procedería el nombre de Brujas.
Entonces, empecé a investigar. Descubrí que hay varias teorías sobre la procedencia del nombre, pero seguramente, provenga de la palabra embarcadero, que en el antiguo germánico era “brugj”. La conexión de la ciudad con el agua es más que evidente. Por toda la localidad serpentean múltiples canales derivados del río Zwyn, que como la conectaban con el Mar del Norte favorecieron el crecimiento de Brujas, por poseer ésta un puerto comercial.
Así que en ese aspecto siento decepcionaros, pero el nombre de Brujas no tiene nada que ver con los cuentos de hadas, se trata simplemente una adaptación fonética al español del nombre original en flamenco, Brugee. Pero ojo, esto no quita que sus calles se encuentren llenas de magia.
Saludos,
Mónica