Gante es una de las ciudades con mayor encanto de la región de Flandes y esto no se debe solo a los numerosos atractivos turísticos que posee (como la Catedral de San Bavón, la torre Belfort o el museo de diseño) sino también al precioso entramado de canales que cruzan esta ciudad portuaria.
Por ello durante vuestra estancia en Gante una de las actividades que no podéis perderos es recorrer sus canales, ya sea dando un paseo a pie o aprovechando alguna de las rutas en barco que encontraréis cerca de los muelles. Durante este recorrido descubriréis preciosas postales como las que nos deja el castillo de los Condes junto al río o la numerosa sucesión de puentes como el Puente de San Miguel o el Grasburg.
El castillo de los Condes desde el río Lys
Vista del puente de San Miguel
Además esto no es todo, ya que durante este trayecto dos puntos esenciales que no podéis perderos son los muelles de Graslei (de los herboristas) y Korenlei (de los graneros). Cabe recordar que durante los siglos XIV-XVI Gante se trataba de una de las ciudades más grandes de centro Europa y estos muelles se convirtieron en un punto imprescindible para el comercio internacional.
Como algunos habréis podido averiguar por la traducción de sus nombres, en estos muelles se construyeron numerosas casas gremiales, muchas de las cuales aún podemos disfrutar de ellas a día de hoy ofreciéndonos una estampa tan preciosa de la ciudad. La casa de los navegantes libres, la casa del impuesto, la casa del ángel, el almacén de grano… Cada una de ellas con su diferente estilo arquitectónico.
Aunque a día de hoy la actividad comercial del puerto ha sido trasladada al norte de la ciudad, estos muelles siguen formando parte del corazón de Gante, convirtiéndose en uno de los principales puntos de reunión de turistas y locales. Disfrutar de una puesta de sol en los días en que el tiempo lo permite, una cerveza en las terrazas que se asoman al canal, sentarse simplemente a charlar y a contemplar el paisaje… Son muchos los planes que hacen de este lugar un espacio encantador.
Así que quien sabe, a lo mejor vuestro mejor plan para Gante puede convertirse en dejarse atrapar por sus calles y sus canales y perderos en este entramado medieval…
Como dicen, lo importante al final es disfrutar del camino. Nos leemos pronto. Tot ziens!
Merci