¿A quién no le gusta comer bien de vez en cuando y darse un capricho? Para aquellos momentos especiales en los que estamos de celebración, si queréis ir a un sitio antiguo, con historia y mucha clase, debéis ir a De Hoorn Bar & Resto. He probado uno de sus menús degustación y os vengo a contar cómo fue la experiencia.
Este famoso restaurante ubicado al norte de Lovaina, cerca del Jachthaven, tiene mucha historia que contar. De Hoorn, que en español es el cuerno, es un restaurante dividido en dos zonas bien diferenciadas. Por un lado, está la zona del bar donde poder tomarte algo informal, comerte una buena hamburguesa y echar el rato. Por otro lado, está la zona del restaurante y de eventos donde podrás degustar el menú degustación. Para llegar a esta zona tendrás que atravesar varias salas donde podrás ver parte de la historia del restaurante, incluidos los antiguos hornos originales, ahora están solo de exposición.
¿Cómo es el menú?
Nada más sentarte puedes apreciar los 4 tenedores y las 3 copas que hay en cada asiento, ese es el momento en el que sabes que vas a comer muy bien.
El menú consta de 4 platos y un postre. Las bebidas están incluidas y te las irán sirviendo a lo largo de la cena: vino blanco, tinto, rosado, cerveza, agua… Lo que te apetezca.
Salmón confitado con pimienta, eneldo, yogur griego, jengibre, chalota roja, rollo de pepino, chapata y aderezo de mostaza
Tostada de focaccia con gambas grises, aguacate, chalota roja, rollo de pepino, cóctel de cítricos y tomate
Ensalada de calabacín amarillo y verde, sot I’y laisse, hierbas silvestres, mayonesa de pimentón ahumado y pistachos
Carrillera de cerdo cocida en cerveza de trapo, patatas machacadas con apio, achicoria y chalota brevemente horneadas con tomillo
Tiramisú and chocolate mousse
Cuatro platos y un postre acompañados de buena bebida. Todo exquisito con gran cantidad de sabores y texturas. No puedo hacer otra cosa más que recomendarlo.
Igual no es para todas las carteras (50-70€) y menos para los estudiantes Erasmus, pero sin duda merece la pena acercarse a verlo. El bar tampoco te dejará indiferente, dalo por hecho 😉