El camino de Santiago es desde hace siglos lugar de peregrinación para cientos, miles y millones de personas que, desde toda Europa llegan a pie, en bici, a caballo o cualquier otro medio de transporte a Santiago de Compostela para postrarse ante lo que, supuestamente, son los restos del Apóstol Santiago.
Se trata de una ruta que contribuyó sin duda alguna, al desarrollo económico, cultural y religioso de la Europa medieval y cuya influencia llega hasta nuestros días.
Como estamos en año Santo, y soy un gallego con morriña, he investigado sobre los primeros peregrinos de este milenario camino y me he encontrado con que fue una mujer, Girberga de Flandes, quién en el siglo XII fue una de las primeras mujeres europeas en llegar a Compostela y la primera mujer de Flandes.
Se tienen muy pocos datos de quién fue realmente esta mujer, pero sí se sabe que, desde Roma, acompañó hasta Santiago al monje Aymiric Picaud. Pero, lo más curioso, es que portaba el original del famosísimo Códice Calixtino, supuestamente escrito por el Papa Calixto II, Códice que quedó depositado en la Catedral, constituyendo uno de los tesoros custodiados en Santiago durante siglos.
Pero es que aún hay más. Hay muchísimas dudas de que fuera el Papa el autor del texto. Numerosos investigaciones de historiadores y publicaciones posteriores, aseguran que, hacia el año 1140, al menos el quinto de los textos del Códice, titulado “La guía del peregrino a Santiago”, fue realizado por el monje Aymeric junto con la desconocida Girberga.
Curioso, ¿verdad?
Debido a toda esta relación, se ha creado un “Camino de Santiago” en Flandes. Este camino fue fundado por la asociación flamenca del Camino de Santiago y se le llama “Ruta de las iglesias Jacobeas”. Se trata de una ruta de 850 km dividia en 38 etapas y que recorre las principales 18 iglesias del territorio flamenco, pasando por las ciudades más importantes como Gante, Amberes, Brujas y Lovaina entre otras. Esta ruta está incluso señalizada con las típicas conchas amarillas!
Jamás pensaría que se pudiera ligar Flandes con el Camino de Santiago, y menos aún con el Códice Calixtino. Pero ahí está. Y es que Flandes, como los gallegos, está siempre presente, vayas donde vayas.