Visitas exprés a Gante, Brujas, Amberes y otras ciudades belgas desconocidas para mí; días investigando para que mis posts fueran impecables y paseos por mi propia ciudad (Bruselas) en busca de algún rincón interesante para poder mostraros a vosotros, mis lectores. Todo esto y mucho más ha sido lo que ha formado parte de esta experiencia que ya está acabando. Y es que, por mucho que me duela decirlo, tengo que despedirme. Con el corazón lleno de agradecimiento escribo este último post: mi etapa de corresponsal ha llegado a su fin.
Desde que descubrí la oportunidad de formar parte de este proyecto de Erasmus en Flandes, hice todo lo posible para estar dentro. Lo conseguí, y no puedo estar más orgullosa de ello. No me imagino cómo hubiera sido esta primera etapa de mi vida de erasmus sin estudiar minuciosamente las maravillas arquitectónicas de este país: he podido ver la cuna del Art Nouveau con mis propios ojos. Esto me ha permitido comprenderlo mejor, porque la arquitectura, como ya sabréis, siempre debe ir ligada a la historia. Así, conociendo cómo y por qué se ha construido de una forma determinada, puedo entender el estilo de vida en Bélgica, cómo se estructuran sus ciudades y cómo se vivía antes.
Fue una aventura emocionante y enriquecedora, y estoy agradecida por haber tenido la oportunidad de explorar y escribir sobre este país tan bello. Gracias por acompañarme en este camino. Espero haberos brindado información útil y haberos inspirado a conocer la arquitectura y el patrimonio de Flandes.
Aunque mi tiempo como corresponsal ha terminado, sigo siendo una apasionada de Bélgica y continuaré visitando su arquitectura en el segundo cuatrimestre. Nuevamente, muchas gracias por vuestro apoyo, espero haber sido útil en vuestros viajes y que vuestra experiencia sea tan enriquecedora como la mía está siendo.
Atentamente,
Yolanda Jiménez Caro