¿Conocéis el clavicémbalo?. También conocido como clave, es un instrumento musical con teclado y de cuerda pulsada, a diferencia del piano que es de cuerda percutida.
Fue unos de los instrumentos más populares durante el barroco. Durante las décadas del siglo XVIII fue cayendo en el olvido hasta que en el siglo XX, gracias a la clavecinista Wanda Landowska, vuelve a coger protagonismo e interés de los compositores, como por ejemplo Manuel de Falla que compone en 1926 un concierto para clave.
A día de hoy, la música clavecinística goza de una relativa buena salud y su ámbito se expande hacia otros géneros como la música de cine, de animación e incluso de videojuegos. También está presente en géneros como el flamenco, pop y rock.
Vale, bien, diréis, ¿y qué tiene que ver todo esto con Flandes? Pues resulta que la familia Ruckers, famosos fabricantes de clavicémbalos de los siglos XVI y XVII, tenían su sede en Amberes.
La familia Ruckers contribuyó enormemente al desarrollo técnico del clavicémbalo. Usaban una construcción más pesada y producían un tono más fuerte y distinto. Ellos fueron los que incluyeron por primera vez clavecines con dos teclados. La calidad de sus instrumentos es tal que el nombre de Ruckers es tan importante para estos instrumentos como el de Stradivarius lo es para la familia de los violines.
Hans Ruckers nació en Malinas en 1540. Tuvo 11 hijos, dos de los cuales se convirtieron en fabricantes de clavicémbalos continuando la saga familiar. Hans Ruckers se convirtió en ciudadano de Amberes en 1594. Hoy en día en Berlín, Brujas, Nueva York y París existen algunos instrumentos fabricados por él entre 1580 y 1590. También construyó órganos, aunque de éstos no queda ningún ejemplar.
Pues ya veis, a nada que indaguemos un poco en la historia de la música, sea clásica o moderna, encontramos algún flamenco con su historia.
En Amberes, los museos Vleeshuis y Snijders&Rockoxhuis, se han unido para componer una curiosa, original y creo que muy interesante exposición, que une la música y la pintura flamenca de los siglos XVI y XVII.
La exposición, que se presenta bajo el título “Klavier”, nos muestra antiguos instrumentos de teclado en combinación con pinturas en las que aparecen estos instrumentos. Pinturas excepcionales de Frans Floris, Jan Steen o Gabriel Metsu pueden admirarse.
Amberes fue una importantísima ciudad en la fabricación de clavecines. El hecho de que fueran demandados en todo el mundo, hace que muchas pinturas de la época muestren instrumentos fabricados en Amberes.
La exposición, también incluye, por supuesto, música. El clavecinista flamenco, Mario Sarrechia, licenciado por el Conservatorio de Amberes, ha grabado un programa con música para clavecín completada con laúd . El CD Ruckers me fecit Antverpiae se interpreta con cinco instrumentos diferentes de la colección de Ruckers que se pueden ver en la exposición.
Si os gusta la música antigua y la pintura flamenca, pásate por unos de estos museos.
Si compras una entrada para el Snijders&Rockox House, tendrás descuento para la entrada del Vleeshuis.
La exposición estará hasta el 26 de Junio.