La semana pasada, hice una exposición con la universidad en el barrio de Berchem, y fue gracias a eso que descubrí el impresionante barrio de Zurenborg. Todo empezó cuando quedé con mi clase de fotografía en el local donde íbamos a exponer y aunque encontrase sin problema la calle, soy algo despistada y lo pasé de largo. Cuando me vine a dar cuenta me encontraba en una zona muy distinta de lo que había podido ver de Berchem, las casas estaban muy cuidadas y la mayoría eran de ladrillo con grandes ventanales. A medida que iba caminando la arquitectura se volvia más curiosa y se distinguian ciertos toques del estilo Art Nouveau. Me quedé impresionada, pues esta época es una de mis preferidas y no tenia ni idea de que en Amberes pudiese encontrarme algo así.
Al llegar a mi casa le comenté a una amiga de Tenerife que venía de visita lo que había visto, y ambas nos pusimos a investigar sobre este lugar. Encontré varias cosas en internet y mi amiga en una guia sobre Bélgica que se había comprado para el viaje. Por lo visto las casas que me había encontrado no eran las más impresionantes de esa zona y aconsejaban ir cerca de la estación de tren de Berchem para empezar la ruta.
El día que por fin pudimos ir, mi cara quedó totalmente desencajada al ver la calle General van Merlen y ver la casa de las cuatro estaciones de Bascourt. Realmente no me esperaba la grandiosidad de todo aquello, de estilo tan definido y depurado en cada una de las casas, con sus mosaicos y adornos floreados.
Más de 300 edificios que admirar que 1950 y 1960 no fueron del agrado de muchos por verlos pasados de moda, pero que gracias a la protesta de algunos vecinos y artistas se conservaron para el deleite de los curiosos que visitan este entrañable barrio. Lo cierto es que me alegro mucho d eno haber regresado a España sin ver el barrio de Zurenborg porque merce muchísimo al pena y son uno de esos lugares que sorprenden y se quedan guardados en la memoria.