Buenas buenas
Ya ha llegado febrero y este es mi último «buenas buenas» que leeréis por aquí. El Erasmus ha sido una experiencia increíble, intensa, enriquecedora y a la vez fugaz. Recuerdo la primera vez que busqué en Google la palabra Hasselt, cuando me aceptaron la plaza, conseguí alojamiento, llegué a Hasselt y escribí mi primer post sobre curiosidades de los peces del Jardín japonés de Hasselt. Ese fue el primero de muchos.
Hoy me despido con mi post número 65. Llegué a Flandes con dos maletas y con el nombre de usuario y contraseña para escribir en el blog y me vuelvo a España repleta de experiencia, recuerdos inolvidables, viajes, fiestas y mucha naturaleza y parques.
Estoy escribiendo estas palabras desde Valencia. Aunque la vida en esta ciudad está bien, también voy a echar de menos muchas cosas de Bélgica: sus trenes baratos para viajar por todo el país; moverme en bicicleta a todos lados; los gofres; el olor a chocolate; sus ciudades medievales; vivir a dos minutos los amigos; las cenas internacionales; sus bosques y lagos; los belgas y su sentido del humor tan peculiar; viajar por toda Europa; las noches en residencias…
Primero de todo me gustaría agradecer a Erasmus en Flandes por darme esta oportunidad para plasmar en el blog mi experiencia Erasmus. Gracias a este trabajo me he adentrado un poco más en la cultura flamenca, he viajado más, he conocido a otros corresponsales y en definitiva: he disfrutado más de esta experiencia.
También me gustaría agradecer a todas las personas que he conocido durante este viaje. El Erasmus no habría sido lo mismo si no sintiera ahora que mi corazón se divide entre el norte y sur de España, Brasil, India, Alemania, Italia y Bélgica.
Ha sido todo un placer vivir en Bélgica y escribir en este blog.
¡Nos leemos!