¿Tenés ganas de escaparte un día y salir a explorar nuevas ciudades? Acompañame en esta mini aventura por Brujas, una de las ciudades más lindas (y turísticas, sí) de Bélgica.
De Gante a Brujas
Mi viaje arranca en tren desde Gante, que está súper cerca, tipo 20-30 minutos. A veces hay que tener cuidado con los trenes en Bélgica; si que es cierto que todo está muy cerca y accesible pero últimamente han habido muchas huelgas de transporte. Chequéa antes en la app de NMBS para estar seguro.
Cuando llegás, todavía no estás en el centro de la ciudad. Tenés que caminar unos 20 minutos, pero es una caminata muy bonita. Vas bordeando canales rodeados de naturaleza, patitos, casitas medievales con flores por todos lados… muy fantastico. Ideal para arrancar el día.
Brunch en That’s Toast
Antes de tirarnos de cabeza a turistear, paramos a comer. Fuimos a un lugar que se llama That’s Toast, y la verdad es que 10 de 10. No me pareció caro, especialmente para lo bien que comimos. Nos atendieron rapidísimo y el lugar es re lindo. Lo recomiendo.
Gótica, encantada y llena de historia
Después del almuerzo finalmente salimos a explorar. Brujas tiene una estética gótica que te deja medio embobado. Todo parece sacado de una película pero con olor a waffles. Te perdés caminando entre callecitas adoquinadas, puentes de piedra, canales con barquitos… y cada dos pasos querés sacar una foto.
Y hablando de fotos: entré a una tienda que me dejó enamorada. Vendían tapices gobelinos gigantes llenos de colores. Yo ya sabía que Bélgica tiene una tradición textil histórica, y la verdad es que se nota. Seguramente escriba otro post hablando específicamente sobre esto porque quedé encantada con los diseños, colores y magnitud. Además, hay muchas tiendas que venden encajes (lace). Cortinas, centros de mesa, hasta pins. Todo hecho con una técnica súper antigua. Es hermoso y un poco hipnotizante ver tanta delicadeza.
Chocolate, waffles y un dato de color
Obviamente, si estás en Brujas no podés no entrar a una chocolatería. O a cinco. Y comerte al menos un waffle. Pero… hay un dato que me pasó el guía del tour que hicimos: si querés saber si el chocolate es «de verdad», si es el “oficial” y con buena calidad; tenés que buscar un símbolo con una semilla de cacao y dos cisnes. Ese es el sello de calidad oficial de Brujas. Si lo ves, entrá sin dudar y comprate algo. Y después me agradecés.
Caminos y molinos
Ese día tuvimos suerte: hacía sol, cielo azul, temperatura ideal. Y aunque sí, Brujas está llena de turistas, lo bueno es que sigue siendo una ciudad pequeña. Si caminás unas cuadras te alejás del centro y te encontrás con paz de nuevo. Hay un caminito que va al lado del canal y pasa por varios molinos de viento. De madera, gigantes, muy bonitos. Es un paseo hermoso que hay que hacer si visitas Brujas.
Llego la primavera!
Algo que me tiene enamorada pero sé que no es exclusivo de Brujas, sino de toda Bélgica es que finalmente llegó la primavera!!! Todo está cubierto de verde, flores, y esas enredaderas que huelen increíble. Las casas parecen salidas de una postal. Encima descubrí unas flores llamadas glicinas (wisteria en inglés) que creo que provienen de Francia. ¡Estoy enamorada! Huelen increíble y parecen salidas de una película de hadas y elfos.
Concierto en una iglesia
Obvio que al atardecer había que salir a tomar una buena cerveza. Yo soy fan declarada de la cherry bier. Mi marca top es la Cherry Chouffe. Medio ácida, cuidado porque es algo fuerte, pero riquísima. Si no te gusta la birra clásica, esta es una joyita dulce y refrescante.
Y como buena bloguera oficial del grupo, era la responsable de encontrar algún evento al que ir. De casualidad, encontré un concierto de violín en una iglesia. Una chica super joven tocó varios movimientos, y la verdad es que tocaba muy bien. ¡Un planazo inesperado!
Entré a una tienda de quesos donde el olor me dejó impactada. Fuertísimo pero inolvidable. Los quesos belgas también merecen su propio post, ya lo voy a trabajar.
Otro dato curioso para cerrar
¿Sabías que el edificio del ayuntamiento de Brujas es muy parecido al de Gante? Bueno, no es coincidencia. El de Brujas fue el primero, y a partir de ahí otras ciudades copiaron el diseño gótico. Así que si ves uno y decís “esto me suena”, ahora ya sabés por qué.
En resumen, Brujas es fantastica. No solo por lo turística, sino por la cantidad de detalles escondidos, la historia, los sabores, los olores y las sorpresas que te puede regalar en un solo día. Si estás estudiando en Bélgica o de paso por acá, no lo dudes: tomate el tren y viví tu propia experiencia.
Martu

¡Hola! Soy Martina Otero Jeandrevin, tengo 22 años y soy estudiante de Arte Textil en Escola Massana en Barcelona. Este año me mudé a Gante para seguir aprendiendo en LUCA school of arts. Durante este semestre seré la nueva corresponsal de Música y Festivales. Desde siempre he sido una enamorada del arte y la música por lo que, estoy muy emocionada de mostrarles todo lo que Flandes tiene para ofrecer. Estoy muy agradecida de poder contarles toda mi experiencia erasmus!
Martu