En un post anterior narré la primera parte de la visita de un día a Amberes, ¿continuamos?
Muy cerca de la Catedral se encuentra el Grote Markt de Amberes y el ayuntamiento, bonita estampa característica de toda ciudad flamenca. Allí se encuentra la fuente de Brabo, simbolizando la escena mitológica que da nombre a la ciudad, en la que el capitán romano Brabo corta la mano al gigante Druon Antigoon y la lanza al río Escalda (Ant significa mano y werpen lanzamiento).
Después tocó disfrutar de las ricas patatas fritas en un frituur (famosos restaurantes belgas en los que las patatas fritas son protagonistas) frente al hotel Hilton, cerca de la Catedral. Y caminando por el puerto de la ciudad, pasando por al lado del castillo Steen, llegamos a un alto edificio de aspecto moderno: el Museum aan de Stroom. Este museo tiene 60 metros de altura y 9 plantas, en las que se encuentran expuestos numerosos objetos de diferentes épocas, siempre con la ciudad de Amberes como protagonista. Muy importante es mencionar el mirador del museo, de acceso gratuito y desde el que hay unas vistas espectaculares a la ciudad y al río Escalda.
A continuación, quiero mencionar el que, para mí, fue el lugar más especial de la visita a Amberes. Quizás no sea de los lugares más conocidos, no se encuentra en una zona turística y nosotros llegamos allí por recomendación de un hombre del lugar que nos encontramos. Se trata de la Iglesia de San Pablo (Sint-Pauluskerk). ¿Por qué especial? Porque es uno de estos lugares poco transitados por turistas, en un barrio anónimo, pero que al entrar en él te das cuenta de que es un lugar diferente al resto e inesperado. En este caso, es el jardín lo que a mí me sorprendió de esta iglesia. Y es que allí se encuentra el conjunto de estatuas representando el Calvario. Parece un decorado de película, estatuas guían al Calvario, que es roca artificial levantada sobre la propia superficie de la pared de la Iglesia, con la representación de Cristo en lo alto. Pero el interior de esta Iglesia es también destacable, pues allí podemos admirar la obra de Rubens La disputa del Santo Sacramento. Creo que este lugar es indispensable para todo aquel que desee conocer Amberes y Flandes.
Y, por último, ¿qué mejor manera de despedirnos de Amberes antes de regresar a Lovaina? Pues comiendo un exquisito gofre en The Smallest Waffle Shop In The World. ¿Por qué ese nombre? Los motivos os resultarán más que obvios cuando la visitéis, os lo aseguro.
Visitar Amberes desde Lovaina es muy sencillo y espero que este post os anime a hacerlo y a saber qué lugares visitar si decidís hacer una escapada de un día.